El mallín tiene quien lo defienda
Los vecinos se organizan frente al avance del negocio inmobiliario que se despliega de manera ilegal sobre el ecosistema del humedal del kilómetro 12 en Bariloche. Uno de los principales humedales de la ciudad, ubicado a la altura del kilómetro 12 de Avenida Bustillo, corre peligro debido a las obras sobre un loteo que avanza…
Los vecinos se organizan frente al avance del negocio inmobiliario que se despliega de manera ilegal sobre el ecosistema del humedal del kilómetro 12 en Bariloche.
Uno de los principales humedales de la ciudad, ubicado a la altura del kilómetro 12 de Avenida Bustillo, corre peligro debido a las obras sobre un loteo que avanza de manera ilegal a pesar de las denuncias realizadas por los vecinos, que advierten sobre el riesgo que corre el ecosistema del mallín, que abarca unas 32 hectáreas. “Es angustiante porque se ve concretamente el abuso de poder que está ocurriendo en esta pseudodemocracia, donde aparentemente el ciudadano está a disposición total y feudal del mandatario”, dice Paula Nai una de las vecinas en alerta frente al atropello que sufre la comunidad por el avance inmobiliario que se lleva todo puesto en el camino.
Como detallan los vecinos, que vienen llevando adelante un estudio meticuloso del movimiento que se produce en estas tierras por el riesgo que conlleva, ya en febrero de 2023 comenzaron a observar la puesta en escena de maquinarias, camionetas 4 x 4 y una cuadrilla de trabajadores sobre la manzana 551- lote calles 2 y 7 sobre el Mallín en el sector Casa de Piedra. Cuando se acercaron a consultar, cuentan, un hombre de apellido Tellez les adelantó la intención de desmontar para lotear y vender toda la manzana 551 (2 lotes de 1800 m2 a 140.000 dólares y 6 lotes de 600 m2 a 100.000 dólares).
Sin embargo, tras alertar a las autoridades, es el mismo personal de Bosques el que señala que está vedado tocar esos lotes. Prontamente, el entonces presidente de la Junta Vecinal Casa de Piedra, Gutiérrez Arana, asegura que, según el abogado Eilletz a cargo de la sucesión de estos terrenos propiedad de la familia Gessang, ningún lote está en venta. Sin embargo, a mediados de 2024 el DPA obliga a la Junta Vecinal Casa de Piedra a ceder agua a esta “ocupación VIP” sobre el Mallín, algo que la Junta Vecinal no informa, lo cual incrementa el desconcierto de los vecinos. “Cuando los ciudadanos vemos algo que no corresponde y queremos proteger nuestro derecho, así como cumplimos con nuestras obligaciones, nos damos cuenta de que hay una impotencia total respecto a nuestro patrimonio natural. Vivimos en un lugar tan hermoso, tan generoso, tan abundante, que no poder protegerlo ante la avaricia de unos pocos es el colmo”, continúa Nai.
La preocupación no es menor dado el inevitable detrimento del Mallín, del medio ambiente y de la Playa Serena, donde los residuos cloacales derivarían de manera irremediable. De hecho, dada la fragilidad, el Art. 185 de la Carta Orgánica Municipal indica que la Municipalidad protege y regula el uso racional de los humedales dentro del ejido, favoreciendo el mantenimiento de los mismos en su estado natural.
“Los ciudadanos tenemos el poder de combatir esto reuniéndonos, creando conciencia, porque en realidad somos mayoría. Nos tienen a cada uno con su pequeña cosa y nos cuesta muchísimo ponernos de acuerdo, pero en este caso se van reuniendo los esfuerzos y estamos todos de acuerdo que queremos proteger nuestro patrimonio natural, nuestros derechos, el sentido común básicamente”.
La trama que trama
Más allá de los movimientos que inquietan a los vecinos, como el contenedor que sigue plantado sobre el terreno, postes implantados y las tareas de limpieza, una de las cosas que también alarma es la falta de acceso a la información sobre quién está detrás de estas acciones, situación que vuelve difícil el avance de los pasos para entender lo que está sucediendo.
Hasta ahora, el rompecabezas que por empeño de los propios vecinos se logra vislumbrar es que el abogado a cargo de la sucesión no estaría cumpliendo con proteger las propiedades de sus clientes: hasta el momento los vecinos no han logrado datos de quiénes son los herederos reales para poder advertirles sobre la usurpación.
Pero, además, ya para el 2003, el terreno tenía una deuda millonaria que sale a la luz en el marco de freno que se le puso al proyecto sobre estos terrenos de un barrio con canales (boating). “Se empieza a sospechar que no hay herederos, porque no nos quieren dar datos reales, concretos. Pero esto es una reserva natural, es nuestra responsabilidad como ciudadanos asumir un rol participativo y exigir a los gobernantes que trabajen para nosotros, porque de algún modo toda esta buena voluntad de los vecinos es fácilmente tapada por el Poder Ejecutivo. Pero no se trata de temas personales con nadie, acá estamos defendiendo la naturaleza”.
Es por esto que el pasado sábado se realizó una nueva reunión en la casita de la Junta Vecinal Don Orione, con el fin de acordar como comunidad cómo proteger y defender el patrimonio natural. A la reunión se acercaron integrantes de las ONG más representativas de Bariloche, las Reservas Natural Urbana (RNU) que lograron proteger lagunas y lagos, como El Trébol, Ezquerra, Árbol de Pie -que viene luchando hace décadas para proteger el medio ambiente- ambientalistas reconocidos y dedicados al tema de los mallines y humedales, aparte de profesionales y otros vecinos interesados “cada uno con su propuesta particular e importante para ir agregando a esta trama de buenas voluntades que queremos proteger, como corresponde, al patrimonio natural para nuestro bien, el de la comunidad y el de los que vienen detrás nuestro”.
En este marco, algunos de los temas que se trataron fue la falta de respuesta de parte de los representantes políticos: “Se observa una suerte de burocracia muy incompetente e ineficaz, les acercamos históricamente cartas, pedidos, denuncias, alertas y no se dignan a responder”, dice Nai. “No se entiende muy bien cuál es el trabajo que realizan, como el DPA, que debería ser la entidad que está protegiendo las aguas de Río Negro y está obligando a la concesión de la Junta Vecinal Casa de Piedra a ceder agua a un terreno ocupado y sobre el mallín. Por donde se lo mire es todo muy inexplicable”, completó.
Asimismo, adelantó que “siendo un loteo abandonado, donde los mismos propietarios han perdido interés en el mismo, con una deuda millonaria ya desde el 2004, la exigencia popular es que se transforme en un área restringida a la construcción”.
Además, en el marco de la reunión se habló de la necesidad de que el DPA realice su tarea de cumplimiento con los visados, ya que “van permitiendo rellenos y desechos al Mallín directos de cervecerías y restaurantes, pero no cumplen con los visados de ir revisando si las cosas están en orden”. En este sentido, otra vecina relató que al asistir a una tarde de música en una de las cervecerías empezó a sentir un mal olor: cuando se asomó al mallín vio que estaba drenando todo directo hacia las avutardas y los cauquenes. “En fin, estamos contentos porque nos estamos reuniendo personas que tenemos la misma finalidad y estamos aprendiendo de estas otras personas que ya tienen todo un trayecto recorrido y nos están ayudando muy amablemente y desinteresadamente a concretar la parte burocrática, escribir cartas, corregir notas, así que la reunión un éxito esperemos que nuestros representantes políticos aporten, otro tanto”, concluye Nai.
Por Violeta Moraga
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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